A todas las mujeres que han aceptado a Cristo como su salvador y Señor las felicitamos! El ser hija de Dios nos hace dignas y coherederas con Cristo Jesús, lo que nos da garantía en la tierra de que sus promesas son para nosotras, nuestras familias y nuestras congregaciones.
Hemos sido llamadas para declarar su nombre y predicar su palabra! Para que seamos llamadas mujeres virtuosas por la sangre de Jesús que nos da sanidad y libertad de todo lo que nos aqueja para mal, primeramente el pecado y de toda maldición que pudiéramos tener!
Es por ello que te declaramos mujer poderosa, guerrera, fuerte y bendita en el nombre de Jesús.
Asi también bendecimos la vida de todas la mujeres de la tierra que tienen derecho a salvación y redención, pues Dios las ama tanto que envió a su hijo Jesucristo en rescate por ellas! Benditas todas las mujeres del mundo. ¡Aleluya!
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