Tenemos como misión o como fin el acercar al niño a Cristo, para que se convierta en Hijo de Dios, así como también el cuidar de su vida espiritual y su crecimiento en el
conocimiento del Señor y su palabra.
Creemos firmemente que la palabra sembrada en un niño tarde o temprano da fruto de salvación y de bendición. Es por ello que para nosotros es importante transmitir la Palabra de Dios con
un lenguaje que los niños puedan entender y comprender, de tal forma que de un efecto en sus vidas para siempre.
La Palabra nos dice: "...el reino de Dios es de los niños...", por lo que sabemos que es en la niñez la etapa de la vida cuando uno es tierra fértil, en la que se puede sembrar con amor y
cuidado las palabras de sabiduría de Dios.
Anhelamos ver una generación que desde pequeños estén llenos de fe, amor, alegría, gozo, sanidad; viviendo el cumplimiento de las promesas de Dios para su pueblo.